Ideas para quitar el miedo al odontólogo
Todos, sin excepción necesitaremos visitar al odontólogo en algún momento, ya sea de niños, adolescentes o adultos, por eso debemos quitar el miedo al dentista de una vez.
¡Saludos odontolectores! Gracias por visitar mi blog, si es primera vez aquí recuerda que puedes suscribirte para tener noticias del nuevo contenido. Para este día te presento las mejores ideas para quitar el miedo o disminuirlo, en pacientes que visitan el consultorio dental.
Cualquier persona, de cualquier edad puede padecer del miedo al odontólogo, sin embargo, en este post te brindaré consejos útiles para poder dominarlo y superarlo poco a poco.
A continuación, citaré algunos ejemplos que los mismos pacientes me han expresado a mi u otros colegas; durante la fase de historia clínica y anamnesis.
Te dejo este post si deseas saber más de historias clínicas y ¿cómo se hacen?
¿Por qué se tiene miedo a los odontólogos?
Hoy por hoy, varios psicólogos afirman que el ser humano solo tiene 2 miedos desde su nacimiento, uno es el miedo a las caídas sobre todo de los lugares altos, y el otro es el miedo a los ruidos fuertes e inesperados. Ambos son instintivos por una cuestión lógica de autoprotección del mismo ser humano. Los demás miedos fuera de los antes mencionados se van aprendiendo a lo largo de la vida.
Nadie nace con el miedo a los dentistas, ya que antes cualquier individuo debe aprender que es un dentista u odontólogo. Y específicamente “ahí es está el detalle” como diría Cantinflas; ¿De qué manera aprendes, asimilas o formas tu concepto de un odontólogo?
Esta clase de temor o pánico puede tener motivos bien fundamentados (experiencias previas desagradables) o ser completamente irracional. Este último se manifiesta cuando el paciente nunca ha tenido una visita al consultorio dental, y aún así su mente le dice que será una experiencia aterradora.
¿Cuáles son las causas del miedo al odontólogo?
Hay diferentes factores que pueden intervenir en la concepción equívoca de que los clínicos dentales son malvados o que únicamente están para causar dolor y sufrimiento.
Basado en mi propia experiencia comparto con ustedes esta lista contiene los 12 casos o excusas más frecuentes que los pacientes refieren como causas de su miedo a los odontólogos y estas causas las he organizado en cuatro categorías:
- Información errónea
- Experiencias anteriores
- Asociación de otros miedos
- Otras causas
Información errónea
La primera de las causas del temor o miedo al odontólogo es la información incorrecta o falsa; suele circular por las personas a nuestro alrededor o por buscar la información pertinente de fuentes equivocadas.
CASO 1 – “Me habían dicho que me iba a doler tanto…”
Comenzaré diciendo que el dolor es muy subjetivo; el mismo estimulo puede interpretarse de diversas maneras en dos personas distintas. Es decir lo que para un individuo puede ser causa de un dolor insoportable, a otro individuo puede causarle solo una molestia leve.
EL problema es que siempre que tenemos que hacernos un tratamiento dental, buscamos entre nuestros conocidos a alguien que haya tenido la misma necesidad.
Y muy seguramente lo encontremos y te cuente su experiencia, en la mayoría de los casos iniciando por lo negativo del proceso; respondiendo exactamente lo que quieras escuchar.
CASO 2 – “Me puse a buscar información en internet…”
No creerías la cantidad de pacientes que me han dicho (en mis pocos años de práctica clínica hasta el momento) que buscaron información de sus tratamientos en internet, en foros, en redes sociales o páginas web.
Y aunque hay muchos de estos medios que tienen información verídica y con respaldo científico, casi nunca son los primeros que google te muestra o no somos capaces de poder encontrarlos a la primera.
CASO 3 “Yo vi un video…”
Hoy por hoy, Youtube es uno de los mejores lugares para aprender de odontología hay muchos profesionales que están brindando clases, conferencias, exposición de casos clínicos, y consejos de salud dental.
Sin embargo, a veces los vídeos contienen imágenes muy fuertes, porque simplemente hay tratamientos sencillos que muestran los abordajes más difíciles de realizar y esto es contraproducente pues los pacientes tienen una idea preconcebida de como será su tratamiento.
CASO 4 “A mi tía le paso…”
Hay ocasiones en las que un familiar muy cercano, nos hace saber su experiencia con algún procedimiento odontológico, y como es una figura de ascendencia, nos logra hacer pensar que posiblemente nos ocurra lo mismo.
No obstante, hay que destacar lo siguiente La odontología del pasado NO es la misma de hoy en día. Cada año conocemos nuevos tratamientos, nuevas formas de hacer las cosas, nuevos medicamentos y nuevos instrumentos.

Por ejemplo esta imagen representa una extracción dental de hace muchos años, seguramente sin anestesia, sin rayos X, sin bioseguridad, sin instrumentos correctos. Y muy seguramente hay gente a nuestro alrededor que pudo experimentar situaciones así, y por eso tratan de supuestamente aconsejar, pero en realidad solo están propagando el miedo
El miedo se contagia de esta manera. Los miedos de nuestros familiares o amigos pueden hacerse nuestros si les damos la oportunidad.
Experiencias anteriores
La segunda parte de las causas de este miedo, son las experiencias vividas en el pasado, y en las que el individuo ha tenido situaciones muy dolorosas, de extremo estrés o fracaso de los tratamientos realizados.
CASO 5 “Estuve con otro doctor que me trato mal…”
Muy bien, no vamos a negar que en ocasiones los responsables del pánico a los odontólogos es precisamente uno de ellos. Ya sea por un tratamiento mal elaborado, o por una ética personal deficiente; son muy comunes los casos en los que el mal trabajo realizado repercute en un temor hacia la profesión.
Nada menos la semana pasada una amiga, a quien se le iba a practicar una exodoncia, terminó con una de las peores experiencias de su vida, me contó que la doctora que la había atendido procedió sin siquiera haberle tomado una radiografía y que no uso suficiente anestesia, como consecuencia de las malas maniobras fracturo la pieza dentaria y para rematar ni siquiera le puso puntos de sutura.
Casos como este se vuelven muy comunes por el desconocimiento de los pacientes hacia las condiciones mínimas que debe reunir una consulta odontológica. Por lo cual te recomiendo que veas este post donde te daras cuenta que debes exigir cuando visitas a un profesional en el ámbito de la práctica privada de odontología.
CASO 6 “Cuando era pequeño…”
Al igual que el testimonio anterior, muchos casos de miedo al dentista son causados por una experiencia traumática en la niñez. Especialmente cuando se refiere a las inyecciones.
Ciertas estadísticas señalan que aproximadamente el 7.6% de pacientes cancelan sus citas por el miedo al dolor que creen que les producirá la inyección de anestesia.
No solo las inyecciones producen miedo en los niños. El hecho de pasar mucho tiempo en una solo posición, con personas extrañas revisando su boca con objetos que nunca ha visto. Al igual que el mal abordaje que pueda ser realizado por el operador.
CASO 7 “La última vez que pase consulta se me inflamó la mitad de la cara…”
Los procesos inflamatorios son situaciones que no le agradan a nadie. Sin embargo, es la reacción normal del cuerpo cuando se trata de una injuria. Claro que a veces, esa inflamación no se controla de la mejor manera y peor aun cuando se trata de nuestro rostro.
El problema se da cuando el profesional no advierte a los pacientes de un riesgo de inflamación posterior a los tratamientos. Otra situación común en este caso es, que el paciente no se tomó la medicación farmacológica de la manera debida.
Desde ya debes saber, que cuando se trata de extracciones dentales o endodoncias siempre hay probabilidades de una inflamación. Dependerá de como tu organismo reaccione.
CASO 8 “A mí la anestesia no me agarra…”
Otra de las excusas más comunes que los pacientes utilizan para no tener nada que ver con una consulta dental. Y en el 50% de los casos resulta que en realidad si tienen razón. No obstante no es porque sus cuerpos no aceptan la anestesia como tal. Posiblemente se este utilizando una técnica anestésica inadecuada. Y veces puede ser buena la tecnica pero la cantidad de anestésico es insuficiente.
El otro 50% de los casos con esta particularidad, resulta ser quienes tienen un proceso infeccioso demasiado grave, o poseen una patología sistémica, incluso puede ser por el mismo miedo que presentan una vez estando en el consultorio.
Así que como veras el miedo o un estado nervioso exagerado puede dar como resultado que la anestesia en realidad sea más lenta pero siempre hará su efecto.
Asociación con otros miedos
En ciertos casos, los pacientes relacionan a los odontólogos o dentistas con uno o varios miedos ya preexistentes en sus vidas. Y su respuesta ante una visita al consultorio dental no es más que la manifestación de su aversión a otros temores o situaciones de estrés graves.
CASO 9 “Odio las agujas y las inyecciones…”

Ya hemos hablado de como las inyecciones nos desagradan a todos, sin embargo hay una parte de la población que presenta un miedo patológico llamado Tripanofobia. Este es el miedo extremo a las agujas y a todo objeto punzante o que pueda cortar la piel.
Aunque normalmente estos pacientes son niños, y son diagnosticados desde edades tempranas, también hay adultos que pueden presentar esta fobia. Todo esto debe ser detectado durante la fase de diagnostico en el consultorio dental.
CASO 10 “No soporto el ruidito ese que ustedes hacen…”
Aquí no tenemos una fobia como tal, pero se trata de una situación de alto estrés, producido por el sonido que sale de las piezas de mano. Ya que es un ruido agudo y repetitivo que produce cansancio y a veces desesperación.
El paciente suele relacionar este sonido con el dolor; debido a que la pieza de alta velocidad se utiliza mayormente para remover tejido con caries. Cuando la falta de anestesia coincide con remover este tejido el paciente suele experimentar un estimulo desagradable o doloroso que lo condiciona a una respuesta negativa.
CASO 11 “No puedo ver sangre…”
Seguramente conoces a alguien que solo con ver sangre puede desmayarse, o se le baja la presión. Y aunque hay una fobia registrada como hemofobia o hematofobia, muchos de estos pacientes no la padecen, más bien, es que se ponen muy nerviosos.
Hay tratamientos sencillos como las limpiezas dentales profundas, o un sondaje periodontal simple, que pueden tener sangrado. No obstante, este tipo de sangrado obedece solo al grado de inflamación de las encías.
Hay otros procedimientos más invasivos como extracciones dentales, implantes dentales o cirugías gingivales, en los que siempre se tendrá la presencia de sangre, pero corresponde al especialista tener cuidado de su control.
CASO 12 “No quiero que me quiten dientes…”
La idea más equivocada de la visita a un consultorio dental es que obligatoriamente se tienen que remover dientes.
Hoy en día hay un abanico de tratamientos dentales que puedes escoger antes de perder una pieza. Y aun si la pieza no tiene más remedio que tener que extraerse; las opciones de rehabilitación oral y prostodoncia, cumplen con los estándares más altos de estética y función dentaria.
Así que despreocúpate de tu pesadilla recurrente de quedar «chimuelo«.
Otras causas
Las causas menos frecuentes de la apatía a los odontólogos tienen que ver con:
- Dibujos animados
- Películas
- Shows de comedia
En cada uno de los mencionados, las situaciones de nuestra profesión se exageran al punto de ser cómicas, no obstante, hay muchas personas que no suelen captar la idea central de estas bromas. Y suelen dar por ciertas las representaciones cómicas, graciosas o chistosas.
Ideas, tips y consejos para superar el miedo al odontólogo – niños y adultos
Muy bien ahora que ya sabemos cuales son las causas mas comunes de terror, fobia, miedo, o temor a los odontólogos debemos saber como vencer este miedo. A continuación una lista de ideas practicas, que puedes tomar en cuenta a partir de hoy.
Estas pueden ser hechas por niños y por adultos, cada vez que se tenga una cita en el consultorio dental. Aunque lo primero que debes hacer es identificar cual es en realidad la causa de la apatía al dentista. Luego podrás darle solución directa.
1 – Tómalo con humor
SI bien las consultas no son tema de juego ni para tomarse a la ligera, podemos relajar nuestros nervios con algo de comedia. Es sabido que la mejor forma de quitar el miedo es con la risa, así que, te dejo un monologo de Dante Gebel sobre nuestra profesión. Recuerda, es un chiste, osea, todo lo que dice se basa en la realidad pero se exagera al extremo para sacarnos una sonrisa.
2 – Sobre vídeos en Youtube de odontología
Si vas a buscar videos sobre algún tratamiento odontológico, revisa muy bien la descripción del video, si no tiene descripción no lo tomes en serio, porque seguramente es un recurso desfasado o que ya no es útil.

No solamente eso, también debes constatar que quien aparezca en el video este involucrado en la salud bucal o un doctor en odontología. Es decir alguien que tenga la autoridad para hablar de este tipo de contenido.
3 – Buscar información en internet
Busca información en blogs o sitios web dedicados completamente a la odontología. Este blog es un muy buen ejemplo, cada publicación aquí gira en torno a la salud bucodental. También son recomendados los sitios web de profesionales como cirujanos maxilofaciales, endodoncistas, odontopediatras y ortodoncistas.
Otra idea dentro el mismo orden de pensamiento, es utilizar la teleodontología con las clínicas que ofrecen el servicio de consulta en linea.
Mira también: ¿Qué es la teleodontología?
4 – No compartas el miedo
Evita ser portador del miedo, ya sea que alguien intente compartirlo contigo o tu se lo pases a otra persona. Si eres padre de un niño que debe recibir consulta odontopediátrica, no permitas que alguien les infunda miedo.
Si existen personas a tu alrededor con miedos o fobias hacia los odontólogos, entonces, evita hablar sobre el tema con esas personas, pues no te aportarán nada bueno. En lugar de eso concéntrate en buscar un consultorio dental que se especialice en lo que tu deseas.
Ignorar el miedo de los demás es una muy buena estrategia para poder dejar atrás tus propios miedos.
5 – Haz las preguntas correctas
Dale vuelta a la situación. Cuando tengas que realizarte uno de los tantos tratamientos dentales disponibles, haz las preguntas correctas. Inicia con preguntas positivas.
Deja de preguntar ¿te dolió? esa debe ser tu ultima pregunta o mejor no la hagas. Comienza preguntando, ¿cómo estabas antes? ¿cómo ha sido tu salud bucal después de eso? ¿te sientes mejor después del tratamiento? ¿que otro procedimiento te gustaría?
6 – Utiliza tu música favorita
Cada vez más odontólogos instalan en sus consultorios dispositivos inteligentes de audio y video, dedicado a los pacientes. Así ellos escogen la música que quieren escuchar mientras hacen sus tratamientos.
Además de ser relajante ayuda a olvidarse del ruido que hace la turbina de la pieza de mano. Y si en el consultorio de tu dentista favorito aun no lo tienes lleva tus audifonos y tu celular, seguro que al profesional no le molestará.
Hablando de música, ¿Sabías que hay canciones que hablan sobre odontología? te las recomiendo.
7 – Repetición y visitas frecuentes
Los niños se acostumbran más fácilmente a las actividades que más repiten, aunque toma tiempo. Es mucho más productivo realizar los procedimientos dentales en varias citas regulares, que hacerlos todos en una sola cita.
Recuerda que por norma, se debería visitar al odontólogo al menos 2 veces al año, pero si tu vas al menos cada 3 meses; utiliza tus visitas para realizarte tratamientos dentales preventivos, y veas que más temprano que tarde, tu miedo o desagrado, te dejará ver resultados increíbles.
8 – Enseña a tus hijos sobre la odontología
Una de las preguntas más frecuentes es ¿a qué edad debe ser la primera consulta de mi hijo?, y es muy bueno que la hagas, pero más allá de eso. La mejor pregunta que te puedes hacer es ¿Cómo puedo preparar a mi hijo/a para su primera consulta dental?, para esto te recomiendo que hagas juegos, dramatizaciones o dibujos que inspiren a tus hijos a querer tener una excelente salud bucal.

9 – Gana buenas experiencias
Para esto tendremos que realizar dos puntos. Primero debes buscar una muy buena clínica dental; y cuando hablo de una «muy buena» me refiero a que cumpla con los requerimientos mínimos tanto de bioseguridad, equipo, instrumentos, instalaciones, etc. Además de eso el profesional que atienda esa clínica debe estar muy bien recomendado.
Lo barato siempre, y repito, siempre sale caro, por ahorrarnos unos dolares no debemos ponernos en manos poco capacitadas. Como le pasó a mi amiga de los puntos anteriores.
Para el segundo punto, tiene que ver más con tu motivación personal, ponte metas para tu salud bucal, si claro que si. De la misma forma como cada año nos proponemos ir más al gimnasio, bajar de peso, comprar un celular nuevo entre otras. De esa misma manera debemos ponernos metas de salud bucal, por ejemplo, hacernos todas nuestras obturaciones, realizarnos al menos 3 limpiezas dentales, aplicarnos barniz de fluor, ponernos la ortodoncia, etc.
A medida que vayas cumpliendo con tus metas, ganaras buenas experiencias, que van a combatir a las malas y finalmente te quitaran todo el temor a los dentistas.
10 – Socializar y familiarizar a los niños
Por ultimo, pero no menos importante lo que más facilita las consultas dentales a los niños es conocer a su dentista. Que le reconozcan más como amigo que como doctor.
Antes mencionamos la importancia de preparar a los pequeños por medio de juegos y dibujos, esto debe ser complementado con las visitas regulares.
Múltiples ocasiones se ha sugerido a los padres, que no esperen hasta último momento para llevar a sus hijos a la consulta, sino que hagan visitas en las que la consulta no involucre dolor.

La primera consulta de los niños no debe representar un trauma, como una extracción dental, más bien deberían ser controles de higiene y prevención de caries, donde pueden hacerse además terapias de flúor y sellantes de fosas y fisuras.
Y acompañando lo anterior, sean los padres quienes premien a sus hijos por una asistencia exitosa al consultorio odontológico.
11 – Miedo a las agujas e inyecciones
Cuando el odontólogo esta haciendo tu historial clínico, destaca este punto. Explica al médico tu miedo, para que juntos decidan el mejor manejo del mismo.
En la actualidad hay anestésicos tópicos muy buenos, pueden ser de spray o de gel que se coloca en el lugar donde se hará la inyección. Una vez funcionan no sentirás en ningún momento la punción de la aguja.
Otro método que funciona con los niños es esconder la jeringa en forros con diseños de animales. Así los niños pueden ver todos los instrumentos en la bandeja pero no reconocen la jeringa carpule.
12 – Miedo a ver sangre
En este punto será necesaria la intervención de un especialista en psicología; que realice diversos métodos o mecanismos para poder hacer un cambio cognitivo y a la vez un cambio conductual.
En lo que respecta a los odontólogos. Solo podrá intentar controlar algunas manifestaciones leves como: la ansiedad, sudoración, desmayos, y reflejo de huida.
13 – Miedo a perder dientes
Creo que este es el mayor miedo de los odontólogos, sin embargo, no se debería perder ningún diente, si tomas todas las medidas de higiene bucal.
Recomendación: 32 medidas para mejorar tu higiene bucal
Cuando un profesional indica que se extraiga un diente debe ser una causa de peso, por ejemplo:
- Fractura de corona
- Fractura de raíz
- Caries que invadió toda la pulpa
- Movilidades grado 2 o 3
- Perdida de estructura dura que sea imposible de restaurar
Y cuando se haga la extracción debe hacerte una radiografía periapical o panorámica. Además, dejarte la medicación para antes y después de la exodoncia. Y por último proponer alternativas de restauración para la pieza o piezas que se pierdan.
Espero sinceramente que estas ideas te sirvan para poder vencer el miedo al dentista, te aconsejo que uses las que más te gusten en repetidas ocasiones. Y verás el cambio de mentalidad que tendrás tu, o la persona a quien se lo compartas.
Pues al final del día, todos los miedos pueden superarse, solo necesitamos las estrategías e ideas correctas para hacerlo.
Por cierto, comparte este post con alguien que necesite tener una consulta odontológica; y que al mismo tiempo tenga temor de ir.
Te doy las gracias por visitar mi blog y como siempre puedes suscribirte para recibir siempre el mejor contenido de tu blog favorito de odontología. 😉
Nos veremos en el próximo post.